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Los asaltos rusos a la capital ucraniana han encontrado una gran resistencia.
Kiev vivió este sábado su peor amanecer desde que Rusia comenzó la invasión del territorio vecino el pasado 24 de febrero.
Los enfrentamientos estallaron en las calles de la capital ucraniana, en el tercer día de la invasión rusa a Ucrania.
"Hay combates en las calles de nuestra ciudad en este momento", detalla la agencia ucraniana Interfax.
Hasta el momento, la capital permanece en manos ucranianas.
Funcionarios ucranianos dicen que la situación está "bajo control" en la ciudad y en las afueras.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, advirtió a los ucranianos que "no pueden permitirse perder" Kiev.
Y este sábado por la mañana, el presidente difundió un nuevo video, esta vez desde las calles de la ciudad.
"Hay mucha información falsa en redes que dice que le pedí al ejército que deponga las armas y que estamos evacuando", dice.
"Estoy aquí. No depondremos las armas. Defenderemos nuestro Estado".
Una larga noche
Zelensky había pronosticado en las últimas horas del viernes que anticipaba "una noche dura". Y los residentes de Kiev pasaron otra larga y ansiosa noche en refugios antiaéreos y sótanos.
Durante las primeras horas del sábado se empezaron a escuchar explosiones en la capital a medida que las fuerzas rusas se acercaban a la ciudad.
El ejército ucraniano dijo que había repelido un ataque en una de las principales carreteras del oeste de la ciudad, este sábado temprano.
También afirmó que logró evitar un intento de aterrizar tropas rusas aerotransportadas en un aeropuerto al sur de Kiev, informando incluso de que un gran avión que transportaba tropas había sido derribado. La BBC no pudo verificar esta información.
Zelensky reconoció que las fuerzas rusas habían infligido bajas y sostuvo que "el enemigo también ha sufrido bajas muy graves". La BBC no puede verificar esta afirmación.
Según el ministro de Salud de Ucrania, Viktor Lyashko, un total de 198 ucranianos, incluidos tres niños, han muerto en medio de la invasión rusa.
Otras 1.115 personas resultaron heridas, entre ellas 33 niños, escribió en su página de Facebook.
Por su parte, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo que 35 personas resultaron heridas en los combates nocturnos en la ciudad, entre las que se incluyen dos niños. Todavía no está claro si se refería solo a civiles.
En otros lugares, las tropas y los blindados rusos continúan su lento avance a lo largo de una serie de rutas.
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó este sábado que han capturado la ciudad de Melitopol, una ciudad de tamaño medio, con 150.000 habitantes, ubicada cerca del clave puerto ucraniano de Mariupol, al sur del país.
"Derroquen a su gobierno"
El presidente ruso, Vladimir Putin, pidió a las fuerzas armadas de Ucrania que se alíen con Rusia y derroquen al gobierno de Zelensky, al que tildó de "banda de drogadictos y neonazis".
"Tomen el poder en sus manos. Para nosotros será más fácil llegar a un acuerdo con ustedes", expresó.
EE.UU., la Unión Europea, Reino Unido y Canadá respondieron aplicando sanciones directas a Putin y a su ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov.
Mientras, la OTAN envía tropas a Europa del Este para tranquilizar a los aliados y disuadir a Rusia, pero dijo que no mandará soldados a Ucrania.
En este contexto, a lo largo del viernes se habló de un posible diálogo entre Putin y Zelensky para encontrar una solución al conflicto.
Un portavoz del Kremlin dijo que Rusia está lista para hablar con el gobierno ucraniano en Minsk, la capital de Bielorrusia, si bien dijo que, para sentarse, Ucrania debería declarar un "estado neutral", lo que incluiría su renuncia a formar parte de la OTAN.
Por su parte, un portavoz del presidente ucraniano afirmó que Zelensky está preparado para negociar un alto el fuego e iniciar conversaciones de paz, pero señaló que el encuentro debe celebrarse en Polonia en lugar de Bielorrrusia, país aliado de Putin.
Una "guerra por necesidad" para Putin
Paul Adams, corresponsal de Asuntos Diplomáticos de la BBC
Funcionarios occidentales aseguran que el ejército de Ucrania ha sido eficaz a la hora de frenar el avance ruso durante la noche del viernes en la capital, Kiev.
Pero les preocupa que los rusos, impacientes por imponer una victoria rápida, puedan recurrir a medidas más drásticas.
"Mi temor es que si no cumplen con sus plazos y objetivos… usarán la violencia indiscriminadamente", dijo uno de estos funcionarios.
"El problema es que [Vladimir Putin] se haya comprometido de la manera en que lo ha hecho. Para él, esto ya no es una guerra por elección propia, sino una guerra por necesidad".
Qué pasa en Kiev
El sábado amaneció en Ucrania con informes de intensos combates en Kiev.
Según una publicación en la página de Facebook de las Fuerzas Armadas de Ucrania, "se están llevando a cabo fuertes batallas" en el área de Vasylkiv de la ciudad.
La publicación agrega que un "combate activo" se está desarrollando en las calles de la capital.
El gobierno de Kiev también confirmó los combates en un comunicado anterior y advirtió a los residentes que permanezcan en los refugios y no se acerquen a las ventanas o balcones.
Los informes de los periodistas de Kiev en las redes sociales también sugieren que estallaron los enfrentamientos en las calles.
Se han reportado más de 50 explosiones y disparos de ametralladoras en la capital, según el diario Kyiv Independent.
Mientras tanto, las fuerzas armadas de Ucrania agregaron que sus tropas derribaron varios "objetivos enemigos" rusos el viernes y también impidieron que las tropas rusas tomaran cualquiera de las ciudades de Ucrania.
Temor más allá de la capital
El miedo y las precauciones no son exclusivos de Kiev.
"Escribo estas líneas desde un refugio antibombas varios pisos bajo tierra junto a una multitud de personas, cuatro perros y un conejo como mascota", cuenta desde la ciudad ucraniana de Dnipro, la cuarta más grande del país, Sarah Rainsford, corresponsal de la BBC en Europa del Este.
"El personal del hotel pasó corriendo y golpeando las puertas poco después de la medianoche antes de llevarnos escaleras abajo a gran velocidad.
"Antes, habíamos visitado a Hanna Syva y su familia en un bloque de apartamentos gigante al otro lado de la calle", detalla.
"Hanna es madre de dos niños y parece optimista, pero reconoce que está sonriendo para no preocupar a sus hijos", explica Rainsford..
"Ayer lloraron, están muy nerviosos, así que no puedo darme el lujo de tener miedo", le dice Hanna a la periodista.
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