Putin y Maduro felicitan a Xi Jinping por su histórica reválida
Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Venezuela, Nicolas Maduro, se han convertido en los primeros líderes internacionales en transmitir sus felicitaciones a su homólogo chino, Xi Jinping, quien este domingo ha revalidado su cargo como secretario general del Partido Comunista de China para un histórico tercer mandato.
«Estaré encantado de continuar nuestro diálogo constructivo y de que trabajemos juntos de cerca», ha hecho saber Putin, «para desarrollar las relaciones de asociación integral y de cooperación estratégica entre nuestros Estados», según el comunicado publicado en la página web del Kremlin.
«Los resultados del XX Congreso Conmemorativo del PCCh confirmaron plenamente su alta autoridad política, así como la cohesión del partido que encabeza», ha añadido Putin en su nota de felicitación, recogida por Interfax.
Xi ha sido ratificado este domingo como secretario general en una reválida sin precedentes que le consolida como líder indiscutible del país, al término de un congreso en el que el mandatario ha presentado en sociedad un nuevo núcleo duro de gobierno compuesto en su práctica totalidad por sus más estrechos aliados.
Por su parte, Maduro ha destacado que «la confianza depositada por la nación china en Xi Jinping, para asumir por tercera vez esta titánica responsabilidad representa una manifestación viva de su acertado liderazgo durante la última década en el seno de la organización política con más militantes en el planeta».
«Desde Venezuela reafirmamos el compromiso de continuar promoviendo las estrechas relaciones de cooperación, comunicación y coordinación entre nuestros partidos, para brindarle mayor bienestar a ambos pueblos», añade la nota del Ministerio de Exteriores venezolano.
Biden cuestiona amenaza de los republicanos restringir ayuda a Ucrania
Washington.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, respondió este viernes a las amenazas republicanas de restringir la asistencia a Ucrania y argumentó que ayudar a Ucrania es esencial para apoyar a Europa y a la OTAN.
El mandatario respondió así al líder de los republicanos en la Cámara Baja, Kevin McCarthy, quien esta semana dijo en una entrevista que, si su partido se hace con la mayoría en las elecciones legislativas de noviembre, no escribirá «un cheque en blanco» a Ucrania.
Preguntado al respecto, Biden señaló que «no entiende» por qué los republicanos quieren limitar la ayuda financiera a los ucranianos en su guerra contra un «brutal dictador», en referencia al presidente ruso, Vladímir Putin.
«Si estamos ayudando a Ucrania, estamos ayudado a Europa, estamos ayudando a la OTAN. ¿Usted cree que el señor Putin ha decidido que va a lidiar con Ucrania y ya está?», apuntó Biden.
El Congreso, indispensable para Biden y Ucrania
Según establece la Constitución de EE.UU., el Legislativo es la rama del Estado que tiene el poder de aprobar el gasto de grandes cantidades de dinero.
Por eso, Biden necesita la ayuda del Congreso para aprobar grandes paquetes de asistencia para Ucrania.
Si los republicanos ganan en las elecciones del 8 de noviembre una de las dos cámaras del Congreso, que actualmente controlan los demócratas, Biden puede encontrarse con dificultades para aprobar fondos para Ucrania.
Desde que llegó a la Casa Blanca, el presidente ha conseguido la aprobación de 17.500 millones de dólares en ayuda militar para Ucrania.
Un llamado a Rusia
Por su parte, el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, urgió a su homólogo ruso, Sergey Shoygu, a mantener abiertas las líneas de comunicación en medio de la guerra en Ucrania, informó el Pentágono.
Estados Unidos ha destacado en anteriores ocasiones la importancia de mantener abierta la comunicación para evitar confrontaciones accidentales con Rusia en el terreno militar, ante el peligro de que lleven a una escalada.
Demócratas se juegan el Congreso de EE.UU. con el viento en contra
WASHINGTON.- El partido demócrata estadounidense se juega este próximo 8 de noviembre en las elecciones legislativas su control del Congreso, donde pese al optimismo inicial la mayoría de la que goza se ha visto amenazada en las últimas encuestas.
La Administración de Joe Biden dispone de momento de 220 escaños en la Cámara de Representantes y de la mitad de los 100 puestos en el Senado, en el que el voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris, inclina la balanza a su favor.
La media ponderada de encuestas FiveThirtyEight da a los demócratas un 56 % de posibilidades de mantener su liderazgo en el Senado y solo un 2O % en la Cámara de Representantes, pero los republicanos llegan a esta recta final con una confianza renovada, a medida que la economía y la inflación copan el debate público.
Estadísticas
Un sondeo publicado esta semana por el diario The New York Times apuntaba que el 49 % de los electores preguntados planeaba votar republicano y un 45 % progresista, obstaculizando en caso de que se cumplan esos pronósticos las posibilidades de Biden de seguir sacando legislación adelante en sus dos últimos años de mandato.
Para esos potenciales votantes el problema más acuciante que afronta el país es el devenir de la economía (26 %) y la inflación (18 %).
De lejos les siguen la salud de la democracia (8%) y el aborto (5 %), tema este último en el que los demócratas han asentado parte de su estrategia desde que el Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, revocara en junio la protección de ese derecho a nivel federal.
¿Cuándo tendrá lugar?
El 8 de noviembre se renovarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes, donde los elegidos tienen un mandato de dos años, y poco más de un tercio del Senado, donde el cargo es de seis. Además, están en liza los gobernadores de 36 estados y tres territorios y cientos de cargos públicos a nivel estatal y local.
«No damos nada por hecho», recalca a EFE Jaime Harrison, presidente del Comité Nacional Demócrata (CND), que gestiona el día a día de esa formación progresista y alerta de la necesidad de movilizarse porque, «por primera vez en 50 años», en lugar de añadir libertades y derechos se están retirando los ya existentes.
Los demócratas no pueden permitirse perder ningún escaño en el Senado y las batallas más cruentas se libran en una decena de estados: Pensilvania, Georgia, Arizona, Nevada, Carolina del Norte, Wisconsin, Ohio, Nuevo Hampshire, Florida y Colorado.
Georgia es de entre ellos un enclave determinante porque Biden ganó a Donald Trump en noviembre de 2020 por apenas dos décimas (49,5 %), el margen más estrecho de todo el país, que obligó a hacer un recuento manual para despejar las dudas sobre un posible fraude denunciado sin éxito ante la justicia por los conservadores.
La votación por adelantado comenzó allí este pasado lunes y marcó un récord: según las autoridades locales, en esa primera jornada se registraron 123.834 papeletas, un incremento del 85 % respecto al primer día de las legislativas de 2018, año en que la Casa Blanca estaba en manos de Trump (2017-2021).
IDEA DEL FRAUDE SIGUE PRESENTE
La convicción de que en 2020 hubo fraude electoral sigue presente en el electorado y con ella la sospecha de que estos próximos comicios tampoco serán limpios.
Pese a que la Justicia ha rebatido una acusación tras otra, uno de cada cinco estadounidenses, según una encuesta de la cadena NBC, cree que el fraude será «lo suficientemente significativo» como para cambiar el equilibrio de poder en el Congreso.
Por ello el 8 de noviembre no solo está en el punto de mira la futura composición de la Cámara de Representantes y del Senado a partir de enero. Ese día, según diversos expertos, se pondrá a prueba el propio funcionamiento del sistema.
«Hay razones para estar preocupado y vigilante, pero nuestras instituciones son razonablemente fuertes. No creo que vaya a pasar lo mismo que en 2020, aunque eso no significa que sea un gran momento para la democracia estadounidense», apunta a EFE Grant Reeher, director del Instituto Campbell de Asuntos Públicos y profesor de Ciencias Políticas.
Moscú pide evacuar Jersón ante avance del Ejército de Ucrania
MOSCÚ (France24.com).- Las autoridades instaladas por Rusia en Jersón, en el sur de Ucrania, ordenaron abandonar la ciudad «inmediatamente» a todos los habitantes.
Aunque en la última semana los prorrusos han adelantado una “evacuación” masiva, que Kiev califica de “deportaciones”, la urgencia del nuevo llamado se registra ante el avance de las fuerzas ucranianas, que emprendieron una contraofensiva para recuperar esa urbe y otros territorios ocupados por el Kremlin.
La región homónima y ubicada en el sur del país atacado es una de las cuatro anexadas por el Kremlin en cuestionados referendos el pasado septiembre. Territorios que el Ejército local prevé recuperar con una gran contraofensiva.
«Debido a la tensa situación en el frente, el mayor riesgo de bombardeos masivos de la ciudad y la amenaza de ataques terroristas, todos los civiles deben abandonar inmediatamente la ciudad y cruzar a la orilla oriental del (río) Dniéper», afirmó un comunicado emitido este sábado 22 de octubre por la Administración impuesta por el Kremlin, difundido a través de Telegram.
Las fuerzas de Kiev han avanzado en los últimos días y recuperado algunos asentamientos de la región que estaba controlada en un 95% por los prorrusos antes de los plebiscitos, mientras se acercan a la capital del óblast.
Los soldados de Moscú en el área se han visto obligados a retroceder entre 20 y 30 kilómetros en las últimas semanas.
TOAMDA DE ALMOENTO.NET