El expresidente boliviano Evo Morales saluda durante un mitin con simpatizantes en Chimor{e, provincia de Cochabamba, Bolivia, el miércoles 11 de noviembre de 2020, desde donde voló al exilio hace un año. (AP Foto/Juan Karita
El expresidente Evo Morales concluyó el miércoles su caravana de retorno a Bolivia tras un año en el exilio y fue recibido por centenares de seguidores.
El líder indígena volvió al aeropuerto del que el año pasado salió en un avión mexicano tras renunciar a la presidencia en medio de fuertes protestas en su contra.
Esta vez, centenares de seguidores le dieron la bienvenida excepto su heredero político, el presidente Luis Arce, quien no estuvo presente.
En el acto en la localidad cocalera de Chimoré, en la región central de Cochabamba, Morales justificó la ausencia de Arce alegando que aún está “organizando” quiénes serán las nuevas autoridades que acompañarán a su gabinete ministerial nombrado el lunes.
“Esta mañana conversamos internamente, debates, para no equivocarnos en la designación de autoridades”, dijo el líder indígena que gobernó el país entre 2006 y 2019.
Arce ha sido criticado por su relación con Morales y por si podrá librarse de su influencia. El actual presidente, elegido por el 55% de los votos en los comicios del 18 de octubre, se ha mostrado cauto y dijo que “no vamos a estar a la sombra y hacer caso a todo lo que nos diga a la oreja el compañero”.
Los presidentes del Senado, Andrónico Rodríguez, y de Diputados, Freddy Mamani, recibieron y acompañaron al exmandatario en una celebración con cantantes, bailes y música folclórica.
En su discurso, el exgobernante les pidió a Rodríguez y Mamani que interpelen al presidente del Tribunal Supremo Electoral, Salvador Romero, por suspender el conteo rápido horas antes de las elecciones del 18 octubre.
Morales, de 67 años y el primer presidente indígena de Bolivia, fue criticado por buscar un cuarto mandato pese a que un referendo popular le había negado esa posibilidad. Sin embargo, una resolución del Tribunal Supremo Constitucional lo habilitó para participar de las elecciones del año pasado, de las que se declaró vencedor.
Luego de que fueran anuladas tras denuncias de la Organización de Estados Americanos (OEA) por supuesto fraude y en medio de fuertes protestas que cobraron la vida de 36 personas, Morales se marchó a México y en diciembre recaló en Argentina como refugiado.
Desde la frontera entre Argentina y Bolivia partió el lunes la caravana, que a su paso recibió muestras de cariño pero también pequeñas protestas de manifestantes que rechazaban su retorno al país.
El exmandatario pudo regresar después de que la justicia boliviana anuló una orden de aprehensión en su contra por terrorismo y sedición interpuesta por el gobierno de la expresidenta interina Jeanine Áñez. Morales también tiene otros procesos abiertos ante la justicia.
Morales aseguró que buscará revivir a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), el bloque fundado en 2008 por el entonces presidente venezolano Hugo Chávez para marcar un límite a la influencia de Estados Unidos en Sudamérica, “para hacerle frente a la OEA”.
TOMADA DE LISTINDIARIO