Japón y Australia anunciaron este martes que han alcanzado un acuerdo básico para establecer un marco legal que permita a las tropas de ambos países visitar sus territorios y participar en entrenamientos y operaciones conjuntas.
Así lo adelantó el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, en una rueda de prensa conjunta en Tokio con su homólogo australiano, Scott Morrison, tras una reunión en la que han buscado “fortalecer aún más la cooperación bilateral en áreas como la seguridad, la defensa y la economía”, dijo en declaraciones recogidas por la cadena pública NHK.
De entrar en vigor, pues todavía debe ser ratificado por los legisladores, éste supondrá el primer pacto de este tipo que Japón suscribe desde el acuerdo sobre el estado de las fuerzas de Estados Unidos de 1960 que fundamentó la presencia actual de sus tropas y sus actividades en el territorio y en los alrededores del país.
“Hoy hemos dado un paso especial y grande. Hemos alcanzado un acuerdo básico que será un hito entre los dos países”, afirmó al respecto Morrison, sin entrar en detalles.
Japón y Australia llevan negociando este acuerdo de defensa desde 2014 para reforzar su cooperación en materia de seguridad de cara a la voracidad de las actividades de China en la región Indo-Pacífico. En sus conversaciones de hoy, ambos primeros ministros también abordaron asuntos económicos de interés común, apenas dos días después de la firma de la denominado Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), del que ambos forman parte y que crean el mayor acuerdo de libre comercio del mundo.
El encuentro entre Suga y Morrison se produjo en la primera de las dos jornadas de visita del mandatario australiano al país asiático.
Japón es el primer país extranjero que Morrison visita en 2020 y el dignatario australiano es el primer líder al que Suga recibe desde que asumió el cargo el pasado 16 de septiembre.
La visita de Morrison a Japón estaba programada para enero de este año, pero fue pospuesta por la gravedad de los incendios que afectaban al país oceánico en aquel momento. Después, la pandemia de COVID-19 paralizó la diplomacia a nivel mundial e impulsó la celebración de cumbres de líderes telemáticas.
Japón está comprometido a mantener y profundizar su alianza de 60 años con los Estados Unidos como piedra angular de su diplomacia y seguridad, pero en los últimos años ha buscado complementar su defensa regional intensificando la cooperación con otros, especialmente Australia, en medio del crecimiento de China y su incesante actividad marítima que se ha extendido desde los mares del este y sur de China y más allá.
El imperialismo de Xi Jinping
18 países y territorios -algunos en mayor medida que otros- padecen el bullying ruinoso que propone el régimen de Beijing. Son sus vecinos de tierra o de mar que ven cómo el tren imperialista del gigante comercial intenta arruinar sus más o menos tranquilas economías y geografías. Ellos son India, Filipinas, Japón, Corea del Sur, Nepal, Indonesia, Bután, Vietnam, Malasia, Corea del Norte, Rusia, Laos, Tajikistán, Camboya, Mongolia y Tibet.
Las incursiones del Ejército Popular de Liberación (EPL) en el Mar Meridional son una muestra del proceso expansionista de Xi Jinping, acelerado en la primera mitad de 2020, aprovechando la distracción que generó la pandemia por COVID-19 en la mayoría de los gobiernos.
Los estados más próximos están nerviosos ante la cada vez más notoria presencia militar. China ocupa bancos de arena y arrecifes, construye a velocidad de la luz bases y reclama soberanía sobre las aguas que la rodean. Una estrategia original que en el futuro le permitiría alimentar la voracidad que mantiene en los recursos marítimos. En ese contexto se enmarca el acuerdo al que arribaron este martes Japón y Australia, cuyo gobierno sufrió el acoso diplomático de Beijing luego de reclamar una investigación independiente sobre el brote de coronavirus.
(Con información de EFE, AP y propia).-
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