martes, 7 de julio de 2015

FUERA DE CÁMARA..... Hay “muertes hipócritas”





César Medina
“…. Hipocresía, morir de sed habiendo tanta agua”. (Bolero)
Fue el cuentista, novelista y dramaturgo inglés William Somerset Maugham quien patentó la frase en su memorable obra “El Filo de la Navaja”, que me leí siendo un adolescente por recomendación de mi amigo Federico Lebrón Montás en aquellos años de mi natal San Cristóbal: “La mayor expresión de cobardía es el suicidio por temor a la muerte”.

Somerset lo escribió en medio del holocausto nazi --El Filo de la Navaja se publicó en 1944--, cuando se decía con insistencia en la Europa ocupada que los judíos se estaban suicidando masivamente en los campos de concentración para mitigar el sufrimiento.

Por supuesto, era parte de la propaganda de Joseph Goebbels para justificar el exterminio masivo de judíos cuando se hacía inminente la caída aparatosa del Tercer Reich y quedaría en evidencia aquella atrocidad contra la humanidad. Donde el “suicidio por temor a la muerte” sí tuvo expresión masiva fue un año después --precisamente en el colofón de la Segunda Guerra--, cuando las tropas aliadas ocuparon las islas del Pacífico, en Saipán y Okinawa, donde se calcula que casi 100 mil japoneses civiles saltaron de los acantilados y los militares se hicieron el harakiri.

Después, la “filosofía del sufrimiento” o el camino del victimismo ha sido práctica habitual frente a la impotencia de la pobreza cuando se pierde totalmente la esperanza en el liderazgo... Justo lo que está pasando en Haití.

… Las ganas de dar pena
Haití vende su pobreza en el exterior buscando conmiseración y haciéndose la víctima de República Dominicana, el vecino rico que abusa del infeliz por su impotencia y debilidad.

Martelly llegó al descaro de mentir impunemente ante sus socios del Caricom inventándose unas deportaciones que jamás han ocurrido.

Más aún, llegó a decir que entre esos deportados hay una nigeriana cuyo “único delito” es parecer haitiana. Una mentira inaceptable en un jefe de Estado. Porque no identificó a ninguno de esos “deportados”, como tampoco a la supuesta nigeriana… ¿Cómo podía hacerlo si se trata de un invento? Esa es la parte más grave de todas las infamias que se han dicho de nuestro país. Porque provino del Presidente de Haití que ni siquiera observó el más elemental respeto por la dignidad del pueblo y del gobierno dominicanos.

Lo que dijo Montalvo…
El ministro de la Presidencia dejó caer una frase que no puede pasar inadvertida en el contexto del análisis sobre la situación haitiana y la ambivalencia de los funcionarios vecinos --incluyendo al presidente Martelly--, con la República Dominicana. La delicadeza diplomática que no tuvo Martelly le impidió a Montalvo citarlo por su nombre, pero tampoco era necesario hacerlo cuando dijo lo que dijo. Y lo que dijo fue que el gobierno de Haití trata de buscar afuera a los responsables de una crisis interna que ellos no han podido resolver adentro.

Se refiere al grave problema de institucionalidad que incapacita a los haitianos a celebrar elecciones para un nuevo gobierno que se supone deberán producirse este mismo año. Obviamente, eso no parece posible a pesar de las presiones que está recibiendo Martelly. Lo más fácil para ese gobierno, como lo dejó entrever Montalvo, es tratar de agudizar sus diferencias con el vecino para enmascarar sus problemas internos y seguir detentando un poder que se tornaría ilegítimo a partir de diciembre próximo.

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