Entre lo irracional, lo
delirante y
Publicado por el Fogon Barahonero Viernes 25 Mayo 2012
"Fogon Barahonero Lider y Pionero en las Actualizaciones en las Comunicaciones Digitales"
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Parece ser que Hipólito Mejía se cree con derecho a la infamia, a la calumnia
y a la degradación pública de los demás. Su frustración por la derrota electoral
lo está llevando a la irracionalidad de suponerse por encima de la ley, que no
ya como simple transgresor de la educación más elemental y de los buenos
modales. Tomar una emisora de radio como bocina para llamar delincuente a un
ciudadano está claramente tipificado como un crimen en nuestras leyes y hasta en
la Constitución de la República.
Lo acaba de hacer contra el senador Félix Bautista, de quien no se espera
ninguna otra reacción que no sea llevarlo ante la Justicia para que le pruebe
tan grave acusación. No sólo porque se trata de un legislador que ñexactamente
igual que Mejíañ tiene responsabilidades políticas que comprometen su reputación
y buen nombre, sino porque también tiene padres, hijos, esposa, hermanos, amigos
y seguidores.
Durante la campaña electoral lo difamó con similares epítetos. Y nada pasó.
La prudencia política del momento ñsobre todo por tratarse de un hombre de la
cercanía del presidente Fernándezñ, quizá recomendaba la conducta pasiva que
asumió para esperar el momento oportuno y exigir reparación por el daño
infligido a su reputación. Y de haberse quedado ahí las cosas, el agravio hasta
pudo haberse olvidado.
Pero la campaña electoral ya pasó. Y la reiteración pública de tan grave
acusación resultaba completamente innecesaria. Sobre todo porque Mejía lo hizo
en el contexto de aceptar el llamado cordial de avenencia que previamente le
formulara el presidente electo, Danilo Medina.
Marcó el camino
Hipólito Mejía marcó el camino que Félix Bautista ya está obligado a trillar: los tribunales de la República.
Bautista es senador de la República. Es el secretario de organización del
Partido de la Liberación Dominicana. Es un exministro de Leonel Fernández, y
como tal ha debido administrar miles de millones de pesos del Erario. Y por
demás, es amigo y colaborador de la cercanía de Leonel.
Pero más que todo eso, es padre de familia con hijos ya adolescentes. Es un
hombre de extracción muy humilde “de una jurunela de San Juan” ñlo mismo que
Daniloñ y se supone que seguirá en la actividad política.
De la mejor fuente conozco las recomendaciones que le ha hecho el presidente
Fernández: “Manéjese con la debida prudencia y no se deje provocar...”
¿Pero podrá valer esa “prudencia” cuando sus hijos ñlos de Félix Bautista,
por supuestoñ le pregunten a su padre sobre la acusación de “delincuente” que le
ha hecho y reiterado un expresidente de la República?
Irán a la Suprema Corte
Un equipo de juristas en materia penal y constitucional estudia el caso en profundidad y los informes que tengo es que ya se ha acopiado todo el material infamante contra el senador Bautista proferido públicamente por Mejía. Por la condición de senador del acusador, y de expresidente de la República el acusado, el juicio tendrá que celebrarse en la instancia única de la Suprema.
Se ha avanzado que el bufete de abogados doctor Pelegrín Castillo, cuyo
presidente es el doctor Marino Vinicio Castillo, coordina la acusación a
requerimiento del senador Bautista, pero también se han incorporado el doctor
Tony Delgado, el doctor Castillo Pantaleón, Luis Miguel Pereyra, y otros
destacados juristas expertos en la materia.
El expresidente Mejía deberá enfrentar en este juicio un imponderable que ya
analizará oportunamente el cuerpo de defensa que designe: La acusación de
“pelafustanes” y las descalificaciones que hizo en algún momento de la campaña
electoral contra algunos miembros de la Suprema Corte que tendrán ahora que
juzgarlo.
Lo acusó en su gobierno
En el 2001 Hipólito Mejía llevó a Félix Bautista a los tribunales acusándolo de sobrevaluar el tramo carretero San Juan-Vallejuelo, mientras se desempeñó como director de la Oficina Supervisora de Obras del Estado, en el primer gobierno de Leonel. Pasó casi siete meses en prisión en la cárcel de Najayo hasta que un tribunal colegiado desestimó la acusación por insustanciosa y mal fundada.
Desde entonces, Mejía ha insistido en acusar de deshonesto a Bautista, a
pesar de que nunca ha presentado una sola prueba ni en los tribunales ni en los
medios de comunicación que ha utilizado en su intento de acoso y derribo.
Félix Bautista ha dicho y reiterado que jamás ha tenido problemas personales
con Hipólito Mejía y que no se explica de dónde le ha salido tanto odio para
perseguirlo impiadosamente que no sea por su amistad con Leonel Fernández. En
comunicación ayer con el autor de esta columna, se negó a calificar esta última
acusación de Mejía. Pero confirmó que muy pronto se verán en los tribunales.
Bautista, después de graduarse de ingeniero, se doctoró en Ciencias Políticas y
Sociología y se hizo abogado. En esta última condición asumirá la defensa de su
honra y de su honor junto a los demás abogados que sostendrán la demanda contra
Hipólito.
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