PANORAMA POLÍTICO
El presidente Medina ganó la elección del 2012 de manera bastante reñida, con el 51.24%, contra el 43.93% del ex presidente Mejía, postulado por el PRD, que en su división reciente dio origen al PRM, que postulará a la Presidencia a Luis Abinader.
Medina no ha tenido tres años de dificultades. Ha podido emprender parte del programa que ofreció a los electores, contando a lo largo de la jornada en el Palacio Nacional con una aprobación popular extraordinaria si se consideran los estándares de la región.
El tema al día de hoy es si Medina podrá ganar que el Congreso vote para modificar la Constitución y permitir su reelección por un segundo mandato, y que no tenga mayores dificultades para presentarse a las elecciones del año que viene con el PLD unificado.
Medina ganó el apoyo del comité político de su partido sobre la aspiración del ex presidente Fernández, quien tenía año y medio en una anticipada campaña electoral, en la cual proclamaba en todos los sitios donde iba, que los vientos soplaban a su favor.
El doctor Fernández quizás confió demasiado en las impresiones que daban el presidente Medina y sus funcionarios, quienes decían privadamente que su ocupación era cumplir el programa que ofreció a los electores, lo que no permitía a pensar en reelección.
Durante el último año la gente en las inauguraciones y visitas sorpresas comenzó a reclamarle cuatro años más y las encuestas que midieron su nombre frente a los otros políticos del PLD y opositores, dijeron que Medina tenía apoyo masivo para la reelección.
Cuando el comité político se reunió el domingo 19 de abril en un resort lejos de Santo Domingo, la mayoría aprobó la reforma constitucional, dejando a un lado las aspiraciones del ex presidente Fernández, quien ha resistido el mandato del organismo.
No se puede olvidar que a poco de esa aprobación los aspirantes presidenciales Reynaldo Pared Pérez, Francisco Javier García, Temístocles Montás y Radhamés Segura, se alinearon con el presidente Medina, de alguna forma sacrificando sus aspiraciones.
Leonel y los vientos
Mientras andaba por el país predicando el susurro de los vientos, el doctor Fernández ni por asomo se imaginó que detrás del presidente Medina se estaba formando un huracán que lo empujaría, contra todos los vientos, hasta lograr su repostulación.
Los del círculo de Medina recordarían que el presidente Fernández siempre negó sus intenciones de postularse cuando el actual presidente, en el cargo de ministro de la Presidencia acariciaba la idea de llevar adelante una especie de relevo en la “fábrica de presidentes” También el doctor Balaguer negó siempre que se postularía al próximo período. “Ensalmó” a políticos considerados veteranos. Siempre al final se lanzaba a la reelección, como lo hizo en 1966-70 y 1974-78, aunque perdió, y en 1986-96, con su fuerza y el poder del estado.
La inteligencia, la experiencia de estado por haber gobernado tres veces y la templanza que se le suponía al presidente Fernández al parecer quedaron anuladas por su ambición de volver en el 2016 y el canto de su círculo político y sectores de poder afines.
El doctor Fernández pudo haber acogido por disciplina la decisión del comité político, en alguna forma someterse al sacrificio, dejar pasar la reelección de un presidente que las encuestas dicen que el público valora y no exponerse a una decepcionante derrota, con la idea de que a una batalla se va a ganar o perder.
Ahora, a casi un mes de la decisión del comité político del PLD, lo que se cree es que el doctor Fernández está buscando mantenerse en el liderazgo partidario, preservar las posiciones de senadores, diputados, síndicos y regidores partidarios y ganar tiempo.
Algunos creen que las heridas que se han abierto en el PLD como resultado del desafío del doctor Fernández son tan profundas que la reconciliación podría venir pero siempre sobre la existencia de una desconfianza que marcará a ese partido en el futuro.
Una muestra de ello es que pese a llamamientos de sectores del PLD y la oferta discreta de mediación por parte de personalidades interesadas en buscar una solución al impasse, no ha cuajado ninguna iniciativa y los dos líderes no se han visto en un mes.
La angustia en la situación actual parece tenerla la base del PLD, ante la amenaza de que un candidato de la oposición unida pueda ganar los comicios del 2016, con la consiguiente pérdida de los empleos y los beneficios derivados de los programas oficiales.
EL PRESIDENTE, SIN PRISA
El presidente Medina no parece tener prisa en la lucha para ganar la reelección. Los afanes de la política no le han hecho disminuir su ritmo de ir a las visitas sorpresas, asistir a inauguraciones de obras, recibir delegaciones y mantener su oficina activa en el Palacio.
Con la mitad de la campaña hecha por su obra de gobierno, Medina la refuerza a diario. Esta semana el Programa de Medicamentos Esenciales, Promese, anunció rebajas en hasta un 40% a los medicamentos y 33 nuevos fármacos en la venta al público.
También se publicó que el Seguro Nacional de Salud, SENASA, iniciaría ayer sábado una jornada para afiliar a 50 mil trabajadoras del servicio doméstico y sus dependientes. El contenido político de las dos decisiones no puede pasarse por alto.
El pasado jueves Medina se reunió con un grupo de empresarios en el XIII Encuentro Empresarial Padres e Hijos, que congregó en camaradería y bonanza a los hombres de negocios más ricos del país y de América Latina, en Casa de Campo, La Romana.
En esa reunión el gobernante destacó el trabajo de los empresarios como creadores de riqueza.
Reivindicó como tarea del liderazgo político derribar las barreras que impiden a la iniciativa privada construir el progreso económico.
“Son las empresarias y los empresarios innovadores los verdaderos constructores del progreso”, dijo.