¿En qué se parece la crisis de la eurozona al colapso de Roma?
Publicado por el Fogon Barahonero Lunes 4 de Junio del 2012
"Fogon Barahonero Lider y Pionero en las Actualizaciones en las Comunicaciones Digitales"
Ni Roma ni la eurozona se hicieron en un día...
No había noticieros de televisión en el siglo V. Pero si los
hubiera habido, algunos titulares nos dejarían al menos una extraña sensación de
deja vu de largo aliento.
"Las noticias en Europa empeoran", podría verse en alguno. "Panorama negro
para la economía en la zona de la moneda", diría algún otro. Las historias hablarían de inflación, de "desórdenes en las calles, con
pronósticos de anarquía en algunas partes de Europa occidental", de un
"creciente descontento" y de "temores sobre el surgimiento de grupos radicales y
movimientos populistas de derecha", ante un cuadro de creciente inflación y
desempleo.
Comentaristas describirían una "caída general en la moralidad" y una "apatía"
generalizada, con la clase adinerada retirándose a sus mansiones en el campo
para esconder su dinero.
¿Suena conocido?
La misma agua
Mucha agua ha corrido debajo del puente entre el declive del Imperio Romano y
la eurozona de Ángela Merkel. Aunque a veces parezca que la misma agua ha vuelto
al mismo puente, 1500 años después, argumenta el historiador Michael Woods.
En el siglo V, en lo que hoy se conoce como Gran Bretaña, el impacto de los
cambios políticos y la erosión económica fue particularmente duro.
Las ricas piezas de cerámica y artículos de lujo que corresponden a épocas
anteriores parecen haber desaparecido por completo de los sitios arqueológicos
correspondientes a esta época.
La moneda simplemente dejó de ser utilizada, le dice Woods a la BBC.
Los británicos regresaron a una Edad de Hierro de la economía rural. De la
autosuficiencia y el trueque terminaron emergiendo eventualmente las sociedades
medievales y modernas.
¿Se puede aprender algo de esta experiencia?
Lecciones del pasado
Claro que median muchos años, y las condiciones entonces eran muy diferentes.
Para empezar, apunta Woods, las democracias de masas son mucho más complejas que
el mundo romano.
"La caída de Roma sirve para recordarnos que
las sociedades complejas pueden quebrarse, y de hecho se quiebran (...) Pero en
su momento la sociedad se recupera. Después de todo, las sociedades están hechas
de personas"
Michael Woods, historiador
"Pero la historia nos dice que las sociedades complejas sí colapsan. Y la
gran constante, además del clima y las fuerzas económicas, es la naturaleza
humana. Las sociedades, antes como ahora, están hechas de personas, y
frecuentemente son destruidas por las personas", señala.
Además del poder de las armas y la influencia del cristianismo, que algunos
autores consideran clave en el colapso de Roma, algunos opinan que hay otros
factores que jugaron un papel decisivo. Y que son relevantes hoy.
Primero, explica Woods, está la creciente desigualdad entre las clase
sociales.
"Cuando los ricos y los pobres comienzan a vivir de forma completamente
diferente, esto lleva (tanto antes como ahora) a que los pobres decidan
prescindir o 'salirse' del Estado. Todos los estudios sugieren que la sociedad
está más contenta cuando se reduce la distancia entre los pobres y los ricos",
explica el historiador.
"Incrementa esa diferencia, y afectarás los valores y actitudes de una
sociedad, así como la posibilidad de lograr cosas a través del cobro de
impuestos", añade.
Los aristócratas del siglo V, cuya fortuna estaba basada más sobre la
propiedad de la tierra que sobre las finanzas, contribuían mucho menos que sus
antepasados a la defensa y el gobierno.
Eso llevó -como hoy- a un problema de credibilidad entre las personas comunes
y los burócratas.
Sentimiento grupal
Según Michael Woods, otros aspectos del colapso de Roma son más difíciles de
cuantificar, pero giran alrededor del "sentimiento grupal", esa especie de
pegamento que mantiene a los miembros de una sociedad trabajando por objetivos
comunes.
Woods recuerda que las sociedades complejas pueden colapsar.
Pero los motivos son complejos.
"Todo lo que hicieron nuestros líderes para tratar de salvar la situación
terminó teniendo el efecto contrario. La sociedad se convirtió en presa de
disputas corrosivas y el disenso, ira hacia los ricos y un oportunismo político
desatado, que no distinguía entre lo bueno y lo malo", decía el historiador
británico Gildas en el siglo VI.
Otro elemento que notó Gildas fue el influjo de extranjeros desde el
continente, que aprovecharon la falta de un orden central para crear subreinos
romanos. Siempre estuvieron en minoría, pero tuvieron un tremendo efecto en la
cultura británica, apunta Woods.
El final del Imperio Romano fue testigo del surgimiento gradual de
identidades regionales, "lo que frecuentemente ocurre en la historia en tiempos
de crisis".
"Roma no fue construida en un día, ni cayó en un día. Su sombra todavía nos
cobija, un recuerdo impreso casi como información genérica, un recuerdo al que
todos pertenecemos", señala.
¿Pero también nos cobija como un espejo distante de nuestra crisis
presente?
"La caída de Roma sirve para recordarnos que las sociedades complejas pueden
quebrarse, y de hecho se quiebran. Rara vez eso se debe a un solo motivo. Más
bien hay múltiples causas que se unen en una tormenta perfecta, como ocurrió
alreedor del siglo V d.C.", opina el experto.
"Pero en su momento la sociedad se recupera. Después de todo, las sociedades
están hechas de personas. Uno se imagina que las que se recuperan más rápido son
las más adaptables, y quizás las que tienen un sentido más fuerte de identidad e
historia. El más fuerte sentido de 'sentimiento grupal'".
Fuente: BBC Mundo Economia