*Dr. Daniel Rondón*
Secretario para Personas con Discapacidad
El 11 de octubre de 1512 marcó un hito, cuando la voz del sacerdote *Fray Antón de Montesino*, miembro de la Orden de los Dominicos, resonó en la cátedra primada de América. Su sermón de adviento, en defensa de los derechos humanos y fundamentales, continúa inspirando a defensores de la justicia en todo el mundo, incluso seis siglos después.
En estos días en que la humanidad celebra el nacimiento del niño Jesús, hijo de Dios, surge una reflexión inquietante. *Aquellos que controlan los recursos económicos, embargando los fondos de numerosos abogados sin justificación legal adecuada, ¿carecen acaso de empatía hacia sus semejantes?* ¿No experimentan el dolor, las privaciones o la angustia de tantos abogados envejecientes y enfermos, sometidos a una vida de necesidad sin la intervención de la institución que debería protegerlos?
Se ha registrado que un abogado ha sufrido hasta *diez accidentes cerebrovasculares, mientras que otros carecen de medicamentos esenciales como insulina o tratamientos para la hipertensión y la diabetes. Más de **500 abogados* luchan diariamente, esperando la mano solidaria del Honorable Colegio de Abogados de la República Dominicana, en su calidad de institución de derecho público interno.
En este contexto complejo y desalentador, surge información preocupante en mi despacho. De acuerdo con rumores en los círculos jurídicos, al *presidente del CARD* se le estaría exigiendo la desorbitada suma de *cuarenta millones de pesos* para detener acciones judiciales y liberar los fondos embargados. De confirmarse, estos actos inaceptables exigen la expulsión de los responsables de las barras de abogados.
*Fray Montesino*, tu voz de justicia aún nos inspira. ¡Ven a presenciar la lucha por la dignidad y los derechos!