Publicado por el Fogon Barahonero Jueves 31
Mayo 2012
"Fogon Barahonero Lider y Pionero en las Actualizaciones en las Comunicaciones Digitales"
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Sin embargo, durante el último tramo de la campaña electoral, cuando las
tendencias de las encuestas mostraban un declive en las preferencias de Hipólito
Mejía y un ascenso de Danilo Medina, el PRD basó su estrategia mediática en
potenciar los sondeos radiales y televisivos. De hecho, argumentaban que las
encuestas estaban compradas, mientras que los sondeos sí reflejaban la realidad
del mercado electoral dominicano. Esto así, porque en los sondeos salían mejor
parados.
Ahora bien, ¿qué explicaba que en los sondeos Hipólito Mejía saliera tan
abrumadoramente favorito, mientras que en las encuestas mostrara una reducción
de un 7% de mayo 2011, al bajar del 47.9% a 44.6%; mientras que Danilo
experimentara un ascenso sostenido de 17 puntos porcentuales al remontar de 33%
a 50.6%, según Gallup-HOY del 27 de abril?
La respuesta es simple y sencilla. La representatividad de la toma muestral.
Al ser las encuestas instrumentos científicos de medición de una determinada
realidad, las ‘tomas’ deben estar aleatoriamente seleccionadas ñal azarñ, y ser
efectivamente representativas del mercado estudiado para que su probabilidad de
predicción sea, p.e. superior al 94% (margen de error del 3%). Dicho en otras
palabras, si en el mercado electoral ñpadrónñ, por ejemplo, hay un 51% de
mujeres y un 60% de población urbana, esta toma muestral debe reflejar esta
proporcionalidad. En este sentido, en las 1,200 muestras deben ser encuestadas
612 mujeres y 588 hombres. Por igual, deben ser encuestados 720 citadinos frente
a sólo 418 habitantes rurales, tomando en cuenta el peso específico de la
capital con un 31% y el 10.5% de Santiago, básicamente. Igual sucede con la
proporcionalidad correspondiente a la estratificación por edades. Aquí no hay
magia ni brujería. Si la ficha técnica está científicamente elaborada y
rigurosamente aplicada ‘no hay tu tía’, como se dice popularmente.
Ahora bien, ¿qué sucede con los sondeos que estuvieron siendo realizados por
determinados programas y periódicos digitales? Que los mismos se realizaban en
ubicaciones geográficas ñmercados, intersecciones calientes, etc.ñ, en donde el
universo estaba sesgado por género. Por tal razón, una característica básica de
los mismos, ha sido la marcada preponderancia masculina, debido a que, por
razones socioeconómicas, los hombres pululan mayoritariamente en las calles y
avenidas de la ciudad ñse la buscan, como se dice popularmenteñ.
Por eso, cuando se analizan estos sondeos ñRevista 110, Acento.com, etc.ñ, se
contabiliza un promedio de 70-80% de hombres. Por consiguiente, estas muestras
no son representativas del mercado electoral, en donde alrededor de 90 mil
mujeres votan por encima de los hombres. Quiere esto decir que si votan 90 mil
mujeres más que hombres (2%) y tu sondeo recoge diametralmente lo contrario, tus
resultados están totalmente divorciados de la realidad. Consecuentemente, los
sondeos no tendrían otra utilidad que no sea entretención y auspicio de debates
mediáticos. A la hora de la verdad, la ubicación de los recursos humanos y
financieros se hace en función de los trabajos de campo de las encuestas
propias, fundamentalmente.
Lo anterior, sin embargo, tiene otra importante connotación. Después de la
inclusión de la Primera Dama como candidata vicepresidencial, la candidatura del
Lic. Danilo Medina experimentó un importante aporte del segmento femenino de la
población. Por tal motivo, las encuestas reflejaban una simpatía del voto
femenino a favor del binomio Danilo-Margarita que supera el 57%. Quiere esto
decir que la mujer dominicana, que es mayoría y tiene una muy clara y definida
decisión electoral, en la mayoría de los sondeos ha estado cuantitativamente
subestimada. Por consiguiente, estos sondeos difieren sustancialmente de las
encuestas independientes contratadas por medios de comunicación, publicadas al
final de la campaña (Gallup-Hoy 50.6%, Hamilton 51.6%, Penn, Schoen &
Berland-SIN 51% y Greenberg-Diario Libre 51%) y, evidentemente, no reflejan la
realidad del mercado electoral dominicano.
Como remembranza es bueno traer a colación que, en las elecciones del 2008,
el presidente Fernández nunca ganó en las “encuestas radiales” de una estación
de amplia difusión nacional, y sin embargo, superó cómodamente con más de un 10%
de ventaja al candidato opositor del PRD, Ing. Miguel Vargas Maldonado (52%. vs.
42%).
En conclusión, podemos señalar que las elecciones presidenciales 2012, donde
acudieron 4.57 millones de votantes nos ha dado una buena lección estadística.
La primera, es la superioridad de las encuestas serias ñcientíficamente
diseñadasñ, frente a los sondeos de consumo mediático. La segunda, que no todo
lo que brilla es oro. Que hay Encuestas y “encuestas”. Por eso estamos seguros
que el lector que cogió ‘fiao’ en base a esos ‘numeritos’ mediáticos debe estar
muy ‘enliao’ al día de hoy.